Los elementos comunes en la comunidad pueden variar dependiendo de la configuración y características de la comunidad. A continuación veremos todo lo que necesitas saber sobre los elementos comunes de la comunidad.
Elementos comunes de la comunidad
- Áreas verdes y parques: jardines, parques, zonas de césped, áreas de picnic, etc.
- Instalaciones deportivas y recreativas: canchas de tenis, piscinas, gimnasios, clubhouses, etc.
- Áreas de estacionamiento: estacionamientos subterráneos, estacionamientos para invitados, etc.
- Seguridad: sistemas de vigilancia, guardias de seguridad, sistemas de seguridad en las puertas, etc.
- Servicios públicos: sistemas de alcantarillado, sistemas de drenaje, sistemas de suministro de agua, sistemas de iluminación pública, etc.
- Vías de acceso: calles, carreteras, aceras, etc.
- Otros servicios: servicios de limpieza, servicios de mantenimiento de jardines, servicios de recolección de basura, etc.
Es importante mencionar que estos elementos comunes de la comunidad pueden variar dependiendo de las características de cada comunidad, y pueden incluir otros elementos que no se mencionaron anteriormente.
Regulación de los elementos comunes de la propiedad horizontal
La regulación de los elementos comunes de la propiedad horizontal se refiere a las normas y reglas establecidas para el uso, mantenimiento y administración de los espacios y servicios compartidos en un edificio de propiedad horizontal.
Estos elementos comunes de la comunidad pueden incluir áreas como pasillos, escaleras, ascensores, jardines, piscinas, entre otros. La regulación se suele establecer en el título de propiedad del edificio o en un reglamento de propiedad horizontal aprobado por los propietarios.
Estos reglamentos pueden ser modificados por la mayoría de los propietarios con el fin de adaptarse a las necesidades de la comunidad.
¿Cómo podemos distinguir cuando un elemento es privativo o común?
En un edificio de propiedad horizontal, los elementos privativos son aquellos que pertenecen exclusivamente a un propietario específico, como un apartamento o una casa. Los elementos comunes, por otro lado, son aquellos que son compartidos por todos los propietarios del edificio, como pasillos, escaleras, ascensores, jardines, piscinas, entre otros.
Para distinguir entre los elementos privativos y comunes, se puede consultar el título de propiedad del edificio o el reglamento de propiedad horizontal. En estos documentos se especifica qué elementos pertenecen a cada propietario y cuáles son compartidos.
En algunos casos, también puede haber elementos que son semi-privativos, como un garaje o un trastero, que son propiedad privada pero se encuentran en áreas comunes, estos elementos suelen ser adquiridos o alquilados por los propietarios y su uso y mantenimiento es responsabilidad de ellos.
En resumen, para distinguir cuando un elemento es privativo o común, es necesario revisar los documentos legales del edificio y verificar quién es el propietario y responsable del uso y mantenimiento del mismo.
¿Se puede convertir un elemento común en privativo?
Sí, en algunos casos es posible convertir un elemento común en privativo. Sin embargo, este proceso requiere la aprobación de la mayoría de los propietarios del edificio y puede ser complicado.
La conversión de un elemento común en privativo se llama «privatización» y se puede llevar a cabo mediante un proceso legal llamado «división horizontal». Este proceso implica modificar el título de propiedad del edificio para asignar la propiedad de un elemento común a un propietario específico.
Para llevar a cabo la privatización, es necesario contar con la aprobación de la mayoría de los propietarios del edificio, ya que este cambio afecta a toda la comunidad y puede generar consecuencias económicas y legales para todos los propietarios.
Además, es importante tener en cuenta que la privatización de un elemento común puede generar cambios en las obligaciones de los propietarios, así como en las reglas de uso y mantenimiento de los elementos comunes. Por lo que es importante estudiar bien los cambios que se van a realizar y considerar las consecuencias de los mismos antes de llevar a cabo la privatización.